¿EN QUÉ CONSISTE EL MODELO CENTRADO EN LA FAMILIA?
Parece evidente que, en cualquier intervención temprana, debemos contar con la familia desde la recogida de información hasta la elección de los objetivos de intervención. Al fin y al cabo, son los padres y madres los demandantes de dicha intervención, los que mejor conocen a sus hijos e hijas y los que pasan con ellos/as la mayor parte del tiempo tomando todas las decisiones en beneficio de su desarrollo, pero ¿en qué se diferencia esto del modelo centrado en la familia?
Desde este modelo, la intervención se realiza CON la familia. En GAIDE lo enfocamos como una filosofía de trabajo, basada en la comunicación, en la comprensión de sus necesidades y sus características y en una relación de colaboración con la familia.
Elegimos este enfoque porque consideramos fundamental la relación de confianza y respeto entre profesionales y familias. Entendemos y asumimos el papel protagonista de las familias en sus propias vidas y por ello las decisiones que se toman deben ser consensuadas. El tipo de relación que se establece promueve la implicación y actitud positiva hacia la intervención y el trabajo realizado por las familias aumenta significativamente la eficacia de la misma. Por otro lado, la observación directa en contexto natural nos permite conocer con mayor exactitud qué está pasando y cómo debemos actuar para fomentar o modificar aquello sobre lo que queremos intervenir.
Entendemos nuestro trabajo como una herramienta que ponemos en manos de las familias con necesidades específicas para que JUNTOS establezcamos unas líneas de actuación con las que conseguir unos resultados.
El objetivo es dotar a las familias de las habilidades necesarias para resolver las distintas situaciones que van a darse a lo largo del desarrollo de sus hijos e hijas, capacitarles y aumentar sus competencias mejorando su calidad de vida y promoviendo su bienestar.
Desde el inicio, familia y profesional intercambian información referente a la dificultad que se presenta en el desarrollo del niño o niña pero también referente a las fortalezas tanto del niño/a como de la familia y a los apoyos existentes. Posteriormente planteamos unos objetivos de intervención, objetivos que deben ser siempre funcionales y adaptativos, incorporando las necesidades, preocupaciones o prioridades de la familia.
GAIDE psicología.